¿Ahora donde estas? tu vil ausencia me sobrepasa, tu sombra huele a perfume ajeno de egoísmo y falsedad y no quiero rebuscar palabras para decir como fue ese ayer.
Alguna vez soñé contigo en el error, no una noche ni mil de ellas, observaba como reías con orgullo sin parar, con los ojos brillantes como perlas de nadie, con tus llamas intensas, hablando de tu apariencia pacífica y de tu desentendida familia, de sus celebraciones de noche y sus significados vacíos, de tus sueños concretos y tus falsos amores escondidos, con ironía y desdén en aquel entonces, notar en ti aun así tu interés en mí, con esa fuerza obstinada impulsaste a mi alma poco firme a vivir en la mentira de un amor, que hoy solo causan en mi arrepentimiento y tristeza desmedida.
Que falso el momento donde dijiste siempre estaré; y que a pesar de las montañas que yo escalara, cual estruendosas y en picada tus manos tomarían las mías sin pensar, con serenidad y calma.
El tropel de ese tiempo lo guarde sobre tí por eso nunca dudé, pues en mi mente de reloj de arena nunca estuvo proyectada la idea de alejarme y de olvidarnos.
Sí; me arrepiento de esta vida, por todo lo bello que era, por el vaivén de tus manos en mi frente, por las tardes de lluvia, por las lágrimas que nunca fueron de tristeza, por las charlas de días enteros, por dar todo lo que a mi jamas me di, por conocer tu ajeno mundo desearía culparte a ti, pero siempre he sido yo.
Borrate para siempre por favor...
Ya no quiero recordarte, mataré en mí las inmensas ganas inmerecidas de abrazarte, con el olor a café las páginas de una vida en blanco y el espacio de sobra, mejor márchate y borrate por favor...
No fué mi padre ni mi madre mi refugio de toda la vida, cuando llamaste a tu afecto sincero.
Quisiera morir en el silencio por esta grave situación y por no cumplir mis promesas, porque no soy cobarde mas que tu.
Quisiera entender una posible solución en la que nunca mas pensara en vos, solo causaste para mi daños y melancolía extendida ... |
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